HISTORIA

HISTORIA DEL CARNAVAL

El Carnaval de Águilas, una de las celebraciones más emblemáticas y tradicionales de España, cuenta con más de 200 años de historia y fue reconocido en enero de 2015 como Fiesta de Interés Turístico Internacional. Este evento, que combina alegría, música, desfiles y una rica herencia cultural, se extiende durante más de dos semanas, ofreciendo una experiencia única que mezcla elementos históricos y antropológicos con el folklore local.

Un programa lleno de tradición y simbolismo

El carnaval comienza oficialmente un jueves con la Suelta de la Mussona, un ritual cargado de simbolismo que da inicio a las festividades. Este acto es seguido el sábado por la espectacular Batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma, que simboliza la lucha entre el desenfreno del carnaval y la austeridad de la Cuaresma, además del Pregón, que marca el inicio formal de la fiesta. Durante la semana siguiente, los desfiles de peñas, comparsas y carrozas se convierten en el corazón de la celebración, donde la música, el color y el entusiasmo de los participantes transforman las calles de Águilas en un espectáculo inolvidable.

El carnaval tiene dos momentos culminantes: por un lado, la Quema de Don Carnal, que representa el fin simbólico de la fiesta el sábado siguiente al inicio, y, por otro, el Certamen de Chirigotas, que se celebra dos semanas después y marca su clausura oficial, con un toque de humor y crítica social que añade un matiz satírico al evento.

Orígenes históricos y raíces culturales

El Carnaval de Águilas encuentra sus orígenes en el siglo XVIII, en la época del rey Carlos III, cuando las festividades de carnaval eran muy populares tanto en su corte en Madrid como en otras regiones de España. Este evento ha mantenido una continuidad casi ininterrumpida desde entonces, consolidándose como una de las celebraciones más significativas de la región. Escritores como Pío Baroja han documentado estas festividades, que ya en aquel entonces se destacaban por su alegría y creatividad.

Sin embargo, desde una perspectiva antropológica, los orígenes del carnaval pueden rastrearse mucho más allá, hasta las antiguas festividades íbero-romanas como las Saturnales, las Lupercalias y las fiestas en honor a Jano, el dios romano de los comienzos y los finales, del cual deriva el nombre del mes de enero. Estas festividades estaban vinculadas a ciclos de renovación, la llegada de la primavera y la transición entre estaciones, conceptos que han influido profundamente en la estructura y simbolismo del carnaval moderno.

El papel de la tradición oral y los símbolos culturales

Uno de los elementos más destacados del Carnaval de Águilas es el uso de los cascarones de huevo rellenos de papelillos, una tradición que ha pervivido a lo largo de los siglos. Estos cascarones, que se rompen en las cabezas de vecinos y amigos como gesto festivo, tienen conexiones con antiguas creencias y relatos populares. En cuentos tradicionales de la región, como La flor del lilola y La princesa encantada, los cascarones de huevo aparecen como objetos mágicos que permiten desencantar o derrotar a ogros, simbolizando un renacer o una transición hacia un nuevo comienzo. Esta idea se vincula también con tradiciones cristianas y medievales, como el huevo de Pascua asociado con la Resurrección.

Esta costumbre tiene paralelismos con prácticas de la antigüedad clásica, como las fiestas en honor a la diosa Isis, donde se rellenaban cascarones con polvo de oro y piedras preciosas. También hay referencias a juegos con huevos durante los carnavales de Madrid en el siglo XVI, lo que evidencia la persistencia de esta tradición a lo largo de la historia.

Rituales y costumbres ancestrales

Otra tradición emblemática es la quema de peleles, que en el pasado se conocía como la quema del Judas y que ha sido revitalizada en el carnaval moderno con la Quema de Don Carnal. Este ritual, que simboliza el cierre de las festividades y la purificación, tiene raíces que se remontan al mundo medieval e incluso a culturas antiguas de Oriente Medio, especialmente entre los acadios.

Asimismo, en la diputación del Garrobillo se celebra la fiesta del Inocente, que guarda relación con antiguas tradiciones como la fiesta de los locos, el Rey de la Faba y los Obispillos de Inocentes, todas ellas derivadas de las Saturnales romanas. Durante estas festividades, se elegía a un «rey» entre los esclavos, quien gobernaba simbólicamente durante la celebración, un rasgo que refleja las inversiones jerárquicas y el espíritu transgresor del carnaval.

La figura de los «mamarrachos»

Entre los personajes más característicos del carnaval se encuentran los mamarrachos, figuras disfrazadas con atuendos improvisados que encarnan la sátira y el anonimato. Estos personajes, que aportan un aire de desenfreno y burla, son protagonistas de las mascaradas nocturnas y reflejan las raíces mediterráneas de las festividades, conectando con las grandes mascaradas de la antigüedad.

Un legado cultural vivo

El Carnaval de Águilas es mucho más que una festividad; es un puente entre el pasado y el presente, que mantiene vivas tradiciones ancestrales mientras celebra la creatividad y la alegría del presente. Desde sus cascarones hasta sus desfiles, cada elemento del carnaval está impregnado de historia y simbolismo, convirtiéndolo en una celebración única que trasciende el tiempo y las fronteras culturales.